Vivian Maier fue una mujer misteriosa que dedicó gran parte de su vida a cuidar niños y fotografiar el día a día entre las calles de New York y Chicago. Dentro de su extensa colección (más de 100.000 negativos, cintas de super 8, grabaciones de voz...) destacan multitud de curiosos autorretratos. Entre ellos se encuentran aquellos en los que su rostro sale reflejado sobre espejos, escaparates...o las sombras que dibujan su peculiar silueta, sin duda su sello personal. Fue descubierta poco antes de morir, pero Vivian Maier no llegó a enterarse de lo que estaba ocurriendo con su legado ni del gran éxito que llegaría a alcanzar. Una historia de película, en la que todos aquellos que hemos podido disfrutar de su talento, hemos sido cautivados.
He tenido el privilegio de poder visitar la exposición sobre ella, "Vivian Maier, street photographer" en Valladolid y mientras recorría la galería con sus fotografías sólo se me venía una cosa a la cabeza, ¿que pensaría Vivian Maier si viera expuestos todo aquellos momentos que recelosamente habia ido captando y ocultando a lo largo del tiempo?
Vivian Maier había grabado su idea del paso de la vida: “Tenemos que dejar sitio a los demás”, se dijo. “Esto es una rueda, te subes y llegas al final, alguien más tiene tu misma oportunidad y ocupa tu lugar, hasta el final, una vez más, siempre igual. Nada nuevo bajo el sol”.
Tráiler oficial:
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